Desde ayer la fábrica que Tesla posee en la localidad de Fremont, California, se encuentra parada y de sus instalaciones no sale ningún coche, pero ello no es debido a un exceso de producción que obligue a una parada técnica para adecuar la oferta a la demanda, sino más bien a lo contrario.
La fábrica está siendo remodelada en su interior para poder albergar a otros 25 robots, de forma que su producción pueda elevarse en un 25% una vez se reanude la fabricación, que se estima pueda ser dentro de quince días. Con ello se pasaría de producir 700 vehículos a la semana a 1.000 en muy poco espacio de tiempo y con una inversión en la fábrica de 100 millones de dólares.
Esta inversión es la más grande realizada en la planta desde que comenzaron las operaciones de Tesla hace ya varios años, pero permitiría, según palabras de Simón Sproule, portavoz de Tesla, construir el Tesla Model X en la misma línea de montaje que el Tesla Model S.
En esta planta de Fremont también se hacen las baterías de iones de litio que montan el Tesla Model S y deberá de adecuarse también a la preparación de las baterías del nuevo Tesla Model X que deberá de estar preparado para su entrega a los primeros clientes a principios del año que viene.
Durante el periodo que dure esta reconversión de la fábrica los 6.000 empleados que allí trabajan podrán aprovechar a disfrutar de sus vacaciones estivales, si bien algunos permanecerán realizando tareas de mantenimiento por turnos y otros recibiendo cursos de formación. Si todo va como lo tienen planeado el próximo día cuatro de agosto volverán a poner todas las máquinas en funcionamiento, pero esta vez más.
Vía | Inside EVs
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