Es muy seguro que el espíritu del prototipo del nuevo Range Rover Híbrido del Salón de Frankfurt esté inquieto y guarde más que envidia a los tres compañeros modelos que el día 22 del pasado mes de agosto iniciaban la expedición de la Ruta de la Seda 2013.
Durante estos últimos días los Range Rover Híbridos han surcado los desiertos de Asia Central, pasando la vigésimotercera jornada en la capital de Uzbekistán, Taskent. La expedición afronta el reto de avanzar hacia su destino en Bombay, en unas condiciones extremas de conducción que están suponiendo el mejor test para comprobar las prestaciones del turbodiésel híbrido 4×4.
Desde su salida en la base de Range Rover en Solihull, Reino Unido, los Range Rover Híbridos han recorrido 8.411 kilómetros en tramos muy diferentes entre sí, pero igualmente difíciles para el tránsito. Como hemos mencionado, esta es una prueba de fuego para el modelo, que ha superado con éxito las pistas de barro de las praderas del Kalmukia, en el este de Rusia o las arenas del desierto de Kyzyl Kum (que viene a significar, desierto de arena roja) en Uzbekistán.
Los vehículos tan sólo se han visto afectados por cuatro pinchazos y un parabrisas agrietado. En los tramos más favorables asfaltados, su consumo medio no ha superado en ningún momento los 7,1 litros cada 100 kilómetros.
Delante de ellos todavía les restan 28 días y otros 8.000 kilómetros hasta llegar a su destino, Bombay; jornadas en las que los 340 CV de potencia combinada del Range Rover Híbrido saldrán a relucir para cruzar los variados parajes y condiciones que todavía les quedan por experimentar en la Ruta de la Seda: el desierto de Taklamakán (cuyo significado en la lengua local es "irás y no volverás"), las cumbres del Himalaya, y el descenso hacia la selva india.
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