En el país emergente por excelencia quieren acabar con el imperio de la navegación por GPS que en su día impusieron los estadounidenses, de manera que en los últimos 10 años se han dedicado a desarrollar su propio sistema de geoposicionamiento: la Brújula, un modelo impulsado por el gobierno de la República Popular China que acaba de entrar en funcionamiento.
Actualmente, los conductores chinos se guían empleando sólo cuatro satélites, pero como el país entero tiene una extensión de casi 10 millones de kilómetros cuadrados, llega un momento en que quieran o no se salen de la cobertura, por lo que antes de que los conductores se pierdan inevitablemente está previsto el lanzamiento de seis satélites más durante el próximo año, y así hasta alcanzar la meta de 30 satélites en 2015 para obtener la mejor cobertura.
Cuando la Brújula disponga de toda esa infraestructura, la cobertura geográfica llegará hasta la mayor parte de la zona del Pacífico asiático, de manera que incluso Estados Unidos y Japón quedarán dentro de los mapas chinos. Además de carreteras, el servicio está pensado para aumentar la información de transportes, meteorología, prospecciones petrolíferas, control de incendios, prevención de desastres, telecomunicaciones y seguridad pública, y ya ha sido probada con éxito, por ejemplo en el terremoto sucedido en Sichuan el año 2008.
Vía | Globovisión
