Ayer, 11 de diciembre, se cumple el primer aniversario de la llegada al mercado japonés de las primeras unidades de un coche que ha cambiado para siempre la forma que vemos los coches eléctricos, el Nissan Leaf, un modelo que ha ayudado a dejar atrás la mala imagen de este tipo de vehículos y que en este tiempo ha logrado unas impensables cifras de ventas.
Hace doce meses, comenzaba una revolución, un levantamiento lento y pacífico que pretendía poner en el mercado una coche impulsado por electricidad, con unas características y prestaciones lo más cercanas a los coches con motor de combustión, una apuesta personal y decidida del presidente del grupo Nissan-Renault, Carlos Ghosn, el auténtico culpable de que finalmente los coches eléctricos dejansen de ser una excusa para cumplir con la sociedad, y convertirse en un negocio.
Pasado un año, vemos que el Leaf ha sido un tremendo éxito comercial, a pesar de sus limitaciones y elevado precio, y es que Nissan ha logrado hasta el mes de diciembre, entregar las 20.000 unidades que la fábrica de Oppama ha sido capaz de producir, a lo que tenemos que sumar el reconocimiento por parte de la prensa y los expertos, con los premios Coche del año en Europa, Coche del Año en el mundo y otros muchos más.
Para muchos, 20.000 unidades puede ser la cantidad que cualquier modelo con motor de combustión puede entregar en un solo mes, pero debemos tener en cuenta que Nissan ha afrontado grandes desafíos para lograr poner en la calle el Leaf, comenzando por crear una nueva red de suministradores que facilitasen elementos como las baterías de litio, algo totalmente nuevo para el fabricante.
Para hacernos una idea, podemos comparar las cifras del Leaf con las de uno de los iconos del mundo de la automoción moderno y que ha llegado a superar los dos millones de unidades vendidas desde su llegada al mercado, el Toyota Prius, que durante 1997, su primer año en el mercado, ha logrado entregar un total de 323 unidades, pasando a 17.653 durante 1998, 15.243 en 1999, siendo el año 2000 el comienzo de su despegue.
Por lo tanto, si los planes de Nissan continúan su trazado, en 2013 veremos como se ponen en marcha las plantas occidentales, desde donde se podrá alimentar la demanda del mercado americano y europeo, además de permitir acceder a una producción de escala y lograr con ello la esperada reducción de precio, una bajada que unido a la llegada en 2014-2015 de la segunda generación de baterías y la previsible estampida de los precios de los carburantes, supondrá el despegue definitivo de los coches eléctricos en el mercado.
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