Tras su comienzo casi improvisado en la Fórmula 1 durante el pasado GP de Bahréin, a Hispania Racing Team no le fue mal del todo su primera carrera. Al menos viéndolo desde su situación como una escudería de las nuevas, más su singular y agitada llegada al Gran Circo de la Fórmula 1.
Este fin de semana cambia radicalmente el escenario, y del árido, desértico y bacheado Bahrain Internatiotal Circuit pisarán por primera vez las calles y circuito semiurbano de Melbourne. El objetivo a conseguir y desear de Hispania Racing Team será simplemente completar el GP de Australia. Lejos del abandono inicial en Shakir, el comienzo no fue del todo malo: accidente en el caso de Karun Chandhock algo hasta normal teniendo en cuenta que es un recién llegado de la GP2, y abandono por el fallo de la tuerca de una de las ruedas en el caso de Bruno Senna en clasificación, y por fallo de motor cuando cumplía media carrera.
No debo de andar muy equivocado si digo que mucha gente (me incluyo) nos esperábamos que en caso de sucederse un doble abandono que sería o por accidente o por fallo mecánico. Hablando de aspectos motor y temas más complejos que la tuerca de una rueda claro está. Y en este aspecto lo cierto es que los recién estrenados Dallara-Cosworth dieron la talla: rodaron y aguantaron el intenso y polvoriento calor de Shakir en sus primeros kilómetros (literalmente), que no es poco.
Si bien en Melbourne el riesgo de accidente será mayor, sobre todo por toques en las primeras vueltas como buen urbano que es, a priori Hispania Racing Team debería estar más tranquilo en el aspecto de la fiabilidad mecánica. Además de que en Shakir ya pudieron recoger unos primeros y valiosos datos de comportamiento del monoplaza.
Pues ritmo a parte y alguna que otra cruzada de Bruno Senna que vislumbraba que todavía les falta pulir la puesta a punto, los monoplazas de Hispania se vieron rodar razonablemente estables, con buena velocidad punta y acometieron sus primeras fuertes frenadas mientras estuvieron en pista el sábado y el domingo. Puntos que caracterizan al GP de Australia, paradójicamente tanto cuando la Fórmula 1 visitaba Adelaida, como en el actual Melbourne. Lo que les hará llegar con algo más de cimientos para seguir un desarrollo lógico del monoplaza.
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