Los megabarcos mueven la economía a nivel mundial, pero pueden tener un enemigo inesperado: el coche eléctrico

Los megabarcos mueven la economía a nivel mundial, pero pueden tener un enemigo inesperado: el coche eléctrico
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El transporte de coches eléctricos por barco se ha convertido en todo un reto de seguridad para la industria del transporte marítimo debido al riesgo de incendio. En 2020 fue el Höegh Xiamen y el Cosco Pacific; dos años después fue el Felicity Ace y recientemente Fremantle Highway ha vuelto a poner en el foco las carencias del transporte de vehículos eléctricos vía marítima.

Son muchos los protocolos que existen para evitar incidentes que no solo provocan daños materiales, sino pérdidas humanas, como ha ocurrido recientemente. Pero parece que están lejos de estandarizarse.

Según datos de la aseguradora Allianz, los incendios fueron la segunda causa principal de pérdidas para los buques de transporte el año pasado (después del hundimiento) con ocho buques perdidos y más de 200 incidentes reportados que involucraron grandes portacontenedores, portacoches y buques ro-ro.

Los datos también arrojan que los incendios son la causa que más pérdidas generan, lo que representa 18% del valor de todos los siniestros analizados. Un dato preocupante teniendo en cuenta que hablamos de una industria que lo mueve todo.

Según datos de Naciones Unidas, el comercio marítimo transportó un total de 11.000 millones de toneladas de mercancías en 2021, un 3,2 % más que el año anterior. No hay más que volver al famoso buque que se quedó atravesado en el Canal de Suez en 2021: bloqueó más del 10 % del tráfico marítimo mundial y llegó a tensionar el precio del petróleo.

Los incendios catastróficos en grandes embarcaciones -como el del Felicty Ace- generalmente comienzan con carga combustible, que luego se propaga rápidamente y supera las capacidades de extinción de incendios de la tripulación.

Felicity Ace
El buque Felicity Ace poco antes de hundirse en el Atlántico con miles de coches eléctricos en su interior.

Desde la aseguradora explican que el riesgo de incendio aumenta si las baterías de los vehículos están usadas o defectuosas, dañadas o almacenadas, empaquetadas, manipuladas o etiquetadas de manera incorrecta:

"Los principales peligros son el fuego, la explosión y el descontrol térmico, un fuego que se autocalienta rápidamente y que puede provocar una explosión. También pueden producir gases irritantes, corrosivos o venenosos que provocan una explosión en un espacio reducido", explican desde la consultoría de Riesgos Marítimos de Allianz.

No obstante, apuntan a que los coches eléctricos no necesariamente se queman con más frecuencia que otros bienes; simplemente cuando se incendian son más difíciles de apagar y requieren de protocolos específicos.

Otro punto que se debe vigilar es el almacenamiento. Varias investigaciones de accidentes han revelado que las comprobaciones de estabilidad previas no se llevaron a cabo según lo requerido o se basaron en información de carga inexacta.

En muchos casos, la carga no estaba completamente asegurada antes de zarpar y el amarre inadecuado de los vehículos eléctricos podría provocar una fuga térmica y el consiguiente incendio.

Además, la falta de mamparas internas puede hacer que un pequeño incendio en un vehículo o batería se extienda y se salga de control muy rápidamente.

Medidas que todo carguero con coches eléctricos debería tomar

Ro Ro

Aunque haya habido casos en los que una naviera ha llegado a prohibir el transporte de coches eléctricos en sus barcos por miedo a que se produzca otro desastre como el del Felicity Ace, existen procedimientos que se deberían estandarizar para evitar incendios.

Por ejemplo, desde la Agencia Europea de Seguridad Marítima recomiendan que si algún vehículo está conectado al barco (algo que no está recomendado), se interrumpa de inmediato el proceso de carga y se corte la corriente. 

También se contempla enfriar los alrededores de los vehículos para evitar que se extienda el calor.

Emsa
Protocolo sugerido por la Agencia Europea de Seguridad Marítima.

Los primeros signos de que un paquete de baterías se ha incendiado son fuego denso, emisión de calor procedente de la batería y chasquidos.

Hay que tener en cuenta además que la combustión química que se produce es tóxica, por lo que la formación del personal del barco es crucial para abordar el problema sin correr riesgos.

Desde Allianz, han elaborado una serie de medidas de protección ante estas situaciones:

  • Garantizar que el personal esté capacitado para seguir los procedimientos correctos de embalaje y manipulación y que la gente de mar haya recibido capacitación para combatir incendios con baterías de iones de litio.
  • Todos los vehículos eléctricos deben mostrar una identificación clara y precisa en el parabrisas que detalle el tipo de batería (si es eléctrico puro, híbrido o híbrido enchufable).
  • Los vehículos eléctricos con poca distancia al suelo deben estar claramente etiquetados, ya que esto puede presentar desafíos de carga y descarga que surgen de las rampas, las pendientes internas o los apéndices de la cubierta de la embarcación.
Evs En Puerto
  • Todos los vehículos eléctricos con una batería de iones de litio deben haber superado con éxito las pruebas de presión, temperatura, aplastamiento e impacto como se describe en el Manual de pruebas de criterios de la ONU.
  • Todos los vehículos eléctricos deben ser completamente funcionales, autopropulsados, seguros para conducir y contener un sistema de batería en buen estado.
  • No debe haber carga de vehículos eléctricos durante el viaje.
  • Todos los vehículos eléctricos deben estar debidamente asegurados para evitar que se muevan durante el transporte.

Una idea potencial que están explorando algunos operadores de transporte de automóviles es el uso de mantas ignífugas fabricadas específicamente para vehículos eléctricos.

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