En BMW se han tomado muy en serio eso de la sostenibilidad y dentro de todas las medidas que están implementando en sus procesos está un intenso programa de reciclado de materiales. Sin ir más lejos, los BMW i3 además de no emitir gases contaminantes a la atmósfera hacen uso de una gran cantidad de materiales reciclados. Pero, ¿de dónde salen?
Pues, al menos en parte, salen de materiales extraídos de otros BMW procesados en el Centro de Reciclado y Desmantelamiento que la marca abrió en 1994. La obtención de estos materiales no es precisamente indolora porque tal y como podrás ver en el siguiente vídeo de 50 minutazos se somete a los coches a una tortura extrema que va desde la detonación de los airbag hasta la extirpación de cada uno de sus órganos.
95% de eficiencia en el reciclado de un BMW i3
Por lo que se puede ver, estos coches (o la mayoría al menos) se corresponden con unidades de pre-producción. Y no, no sólo pasan por este calvario los BMW sino que gracias a acuerdos con otras marcas el centro procesa y obtiene recursos de vehículos como Renaul, Fiat, MG o Rover.
Cada una de las piezas con una mínima opción de ser reutilizada se quita o se reduce a la mínima expresión hasta el fundido del acero y el aluminio. En el caso de los i3 o i8, el empleo extensivo de la fibra de carbono les lleva a tener un cuidado específico. Tras la retirada de las baterías y todos los fluidos las planchas de fibra de carbono se trocean y se utilizan para la creación de fibras reforzadas en la producción de coches nuevos.
La eficiencia en los procesos de reciclado de BMW lleva a la marca a un 95% de eficiencia en sus coches urbanos por un 80% de media en la industria automotriz convencional. Así que si ves un BMW i3 en un desguace, ¡aprovecha!
