Ha llovido desde que el 2 de septiembre de 1957 arrancara la producción de la Volkswagen Kombi en Brasil. El tiempo no pasa en balde, y para la heredera de la mítica T2 tampoco. Por eso, ha llegado el momento de jubilar a la vieja furgoneta que sigue a la venta en el país americano. ¿La forma de hacerlo? Con una edición especial limitada a 600 unidades.
En Brasil esta furgoneta tiene unas connotaciones emocionales de mayor calado, si cabe, que las que despierta entre los amantes europeos del Motor y los clásicos. Junto al Vocho (allí, Fusca) supuso el arranque de la industria de la marca alemana en aquel país, con todo lo que eso representó para el desarrollo de las zonas donde se fabricaba. Hoy por hoy sigue vendiéndose a buen ritmo, pero las normativas de seguridad y emisiones se le vuelven en contra. La Kombi es cosa ya del pasado.
El adiós de la T2 llegará con una estética muy retro, muy de homenaje a las primeras ediciones de la saga. Azul y blanco en una combinación que se repite en el interior del vehículo, apto para nueve ocupantes y que cuenta con emblemas específicos de la conmemoración. No cambia su motor, 1.4 Flex de 78/80 CV, apto para gasolina y etanol.
¿El precio de la 'Last Edition'? 85.000 BRL, unos 27.200 euros al cambio.
Introducida en Alemania en 1950, tardó siete años en llegar a América. Brasil fue el único país de aquel continente donde se fabricó. Y desde allí, a partir de los 70 la Kombi se exportó renombrada como Combi a países del entorno como Argentina, Chile, Perú, México, Venezuela y Uruguay. También llegó a África, más concretamente a Argelia y Nigeria. Hasta julio de este año, son 1,5 millones de Volkswagen Kombi los que han salido de la factoría de la marca en São Bernardo do Campo, São Paulo.
Faça boa viagem, Volkswagen Kombi!
